Hay algo en las casas viejas que encanta a cualquiera que entra en contacto con ellas. Tal vez sea la emoción de estar cerca de parte de la historia íntegra. Tal vez sea la arquitectura sofisticada y trasnochada. Cualquiera que sea la razón por la que las propiedades antiguas tienen un efecto sobre nosotros, no es ningún secreto que tienden a encantar y encantar, y eso puede influir en los compradores modernos para invertir en un terreno histórico. Mas los compradores de residencias deben llevar cuidado con los inconvenientes de seguridad y protección en las propiedades antiguas. El atractivo de una propiedad histórica en ocasiones puede hacer que tome una decisión de inversión precipitada. Desafortunadamente, esa resolución con frecuencia lo pone a y a su familia bajo riesgo cuando desconoce las vulnerabilidades que pueden tener estas propiedades. Acá hay seis problemas de seguridad y protección en propiedades antiguas:

1. Humedad

Cualquier propiedad puede probar humedad y daños por agua. Sin embargo, las propiedades más viejas tienden a pasar más tiempo sin mantenimiento. Eso significa que se deja que el inconveniente se agrave y medre, ocasionando daños a los marcos de ventanas, techos y puertas de madera. De manera frecuente, las inseguridades en estos dispositivos pasan inadvertidas hasta el momento en que sucede algo drástico. Por servirnos de un ejemplo, un allanamiento. Los ladrones saben que las casas viejas no son tan sólidas estructuralmente como sus contrapartes más modernas. Así, aprovecharán los puntos enclenques como los marcos de ventanas y puertas de madera que comienzan a pudrirse para entrar en tu casa.

La humedad también puede ocasionar riesgos para la salud. Cuando no se trata, la humedad genera moho y hongos, lo que puede afectar su sistema respiratorio y ocasionar síntomas parecidos a los del constipado. Cuando compre una propiedad vieja, debe contratar a un profesional para que inspeccione este inconveniente.

2. Infestaciones de plagas

Las casas viejas también son más vulnerables a las infestaciones de plagas. La madera húmeda es una atracción para las termitas, los techos viejos son un paraíso para los pájaros que anidan y los sótanos húmedos son un medio de proliferación para ratas y ratones. Algunas de estas plagas no solo son peligrosas para su seguridad debido a las bacterias que transportan, sino que muchas de ellas causan inseguridades estructurales que hacen que su hogar sea un propósito para los ladrones. Cualquier orificio y daño estructural causado por plagas facilita la entrada de delincuentes. Si sospecha que hay una infestación de plagas, llame a un exterminador inmediatamente.

3. Hierro oxidado

El hierro es una preciosa adición de la que se vanaglorian muchas propiedades antiguas. Da un aspecto espléndido y grandioso a las casas alrededor de las ventanas y en las puertas imponentes. Desafortunadamente, sin embargo, el hierro está sujeto a la oxidación. Si se deja a la intemperie durante mucho tiempo, el hierro comienza a oxidarse e hincharse. Esta hinchazón hace que el hierro empleado para robustecer estructuralmente y decorar su hogar se transforme en un riesgo para la seguridad. Hará que las puertas se levanten y las áreas de piedra en Visita este enlace torno a las ventanas se agrieten, causando debilidades que tientan a un ladrón a entrar en su propiedad.

4. Antiguos sistemas de seguridad

Dependiendo del año en que se construyó su casa, posiblemente ya tenga un sistema de seguridad instalado. Los dueños de residencias sin experiencia pueden meditar que estos sistemas de seguridad son aceptables y se consideran seguros tan pronto como se mudan. No obstante, con frecuencia este no es el caso. Los sistemas de seguridad viejos pueden pasar por alto la actividad de un ladrón en su propiedad y tardar demasiado en alertar a las autoridades pertinentes. Estos sistemas también son vulnerables a que los posibles ladrones corten sus cables. Las opciones inalámbricas modernas son considerablemente más seguras. Es mejor mejorar sus medidas de seguridad cuando se muda a una propiedad vieja, para no encontrarse frente a frente con un delincuente.

5. Candados obsoletos

Las cerraduras más viejas son más fáciles de forzar debido a su diseño simple y antigüedad. Naturalmente, si sus cerraduras no se han alterado desde que se edificó la propiedad por vez primera, va a haber patentiza de desgaste. Los ladrones experimentados van a tomar nota de esto cuando cubran su casa, así que asegúrese de llamar a un cerrajero y adquirir remplazos fuertes.

6. Exteriores mal alumbrados

El principal objetivo de un ladrón es entrar y salir de su casa velozmente sin ser visto. Es por eso que los ladrones buscan puntos de entrada ocultos y casas mal alumbradas para entrar. Muchas propiedades antiguas no tienen una iluminación exterior fuerte o ninguna iluminación exterior. Eso facilita que los ladrones entren y salgan a ocultas sin que absolutamente nadie se dé cuenta.